¿Por qué la NBLA usa el Texto Crítico y no el Texto Recibido?

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En resumen: el Texto Recibido (Textus Receptus, en latín) representa una tradición con mucha fuerza en la iglesia hispana, principalmente por su lugar en la RV60, mientras que el Texto Crítico representa una tradición con mucha fuerza en la ortodoxia contemporánea al ser la base de la enorme mayoría de traducciones.

Para el estudiante comprometido con la fidelidad a las Escrituras, una de las preguntas principales al elegir una traducción bíblica tiene que ver con su base textual. La NBLA se mantiene en compañía de la enorme mayoría de traducciones contemporáneas por su uso del Texto Crítico, entendiendo que preserva de una mejor manera las Palabras de Dios en el Nuevo Testamento.

El Texto Recibido (también conocido como Texto Mayoritario) hace referencia a una familia de manuscritos provenientes de textos del imperio bizantino. Erasmo de Rotterdam utilizó algunos manuscritos bizantinos en su edición fundacional del Nuevo Testamento griego publicada en 1516, en donde reflejó su intención de ir a los manuscritos que tenía a su disposición para partir del idioma en que se escribió (el griego) y no el idioma utilizado principalmente por la iglesia en ese momento (el latín). Si bien otras fuentes colaboraron (principalmente una edición Políglota impresa en 1514), el trabajo de Erasmo sirvió como base para lo que luego sería conocido como Texto Recibido, siendo esta labor la base textual utilizados por los Reformadores del siglo XVI.

El Texto Crítico está compuesto por manuscritos del Nuevo Testamento, en donde se comparan los diversos manuscritos antiguos que tenemos en la actualidad, con el propósito de preservar las palabras de los autores. Impulsado por la labor de  Brooke Foss Westcott y Fenton John Anthony Hort,  el Texto Crítico accede a diversas familias de manuscritos del Nuevo Testamento, pesando las evidencias a favor y en contra de cada posible diferencia entre uno y otro. Si bien la primera edición crítica del Nuevo Testamento en Griego fue publicada en 1881, la misma labor de Erasmo en el Siglo XVI era una representación de la labor de crítica textual, puesto que él mismo buscó los manuscritos disponibles en su momento, haciendo él mismo modificaciones a su texto por casi veinte años. El Texto Crítico está basado principalmente en manuscritos del Siglo IV,  utilizando también los manuscritos más antiguos en la medida en que están disponibles. 

Algunas consideraciones importantes:

  1. La Iglesia no cuenta hoy con los manuscritos originales escritos por los apóstoles. Esta es una realidad que debemos enfrentar sin temor, reconociendo que tenemos amplio testimonio de que Dios ha preservado Su Palabra, tal como Él mismo lo había prometido (Mt 5:18). 

  2. Las diferencias entre el Texto Recibido y el Texto Crítico (y aun entre manuscritos dentro de estas familias) no deben sorprendernos, puesto que copiar a mano largas porciones de la Escritura sigue siendo una tarea monumental hoy en día, incluso con las diversas facilidades que tenemos en la actualidad. 

  3. En la gran mayoría de los pasajes no hay diferencias significativas entre el Texto Recibido y el Texto Crítico. Lo cierto es que la evaluación de los diferentes manuscritos ha demostrado que no hay doctrina o verdad significativa de la Escritura que esté puesta en entredicho. 

  4. A pesar de su prevalencia en el mundo hispanohablante (No cabe duda de que es producto de la prevalencia de la RV60), el Texto Recibido cuenta con muy poco apoyo por la ortodoxia contemporánea, ni es utilizado por la enorme mayoría de traducciones en América (BTX, LBLA, NBLA, NVI; o en inglés, NASB, ESV, CSB, por mencionar algunas). 

  5. Por la gracia de Dios, el Señor ha provisto de una gran cantidad de opciones para el lector hispanohablante. Siempre que se haga la labor de conocer lo esencial sobre el tema y elegir una traducción fiel, el cristiano puede descansar en que lo que está leyendo en español es, en efecto, la Palabra de Dios, revelada originalmente en Hebreo, Arameo y Griego.  

Steven Morales

Steven es uno de los pastores de Iglesia Reforma. Puedes seguirlo en Twitter.

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